La medicina, en su esencia más pura, es un acto humano.  A pesar de los avances tecnológicos, los algoritmos, la inteligencia artificial y la creciente sofisticación de nuestras herramientas diagnósticas, lo que sostiene la práctica médica es la relación entre personas, una que sufre y otra que decide ayudarla. Sin embargo, algo con sabor a fundamental parece haberse extraviado en el camino.  Cada vez más, los médicos se sienten abrumados, distantes de sus pacientes y desconectados de aquello que los impulsó a entrar en esta carrera. Cada vez más médicos se preguntan si eligieron bien, y cada vez más pacientes, paradójicamente, se sienten solos dentro de un sistema de salud que debería contenerlos.  Este libro se sumerge en el camino que conlleva transformarse en médico desde la primera llama que capta nuestra atención hasta la decisión de transformarse en especialista, pasando por temas fundamentales como la muerte, el error, la vocación y el bolsillo del médico.  A quienes aún creen en la medicina como un arte humano, este libro les pertenece.  Esto no es para tibios.